Gracias a la proximidad con Berlín, Potsdam tiene todas las ventajas de una gran ciudad: un transporte público bien desarrollado y muchos carriles bici, así como excelentes conexiones con otras ciudades europeas a través de aeropuertos y estaciones de tren.

Sin embargo, Potsdam conserva también su tranquilidad. El Puente Glienicke (Glienicker Brücke), que una vez fue símbolo de la división de Alemania, se considera ahora la conexión entre Berlín y Potsdam. Une la excitante y dinámica metrópolis, sus concurridos centros comerciales y largas noches de fiesta, con Potsdam y su arquitectura barroca, grandes parques e innumerables palacios, que invitan a dejar volar la imaginación.

Por ello, a muchos berlineses y visitantes de Berlín les gusta aprovechar el fin de semana para reponer fuerzas en Potsdam disfrutando de las vistas en el apacible entorno del Parque Babelsberg, el palacio Belvedere en la colina Pfingstberg o paseado en barco por el idílico río Havel.

Por otro lado, si se encuentra de visita en Potsdam, también puede hacer una excursión de un día a Berlín. El tren regional y el S-Bahn permiten acceder a todos los famosos lugares de interés de Berlín, como el edificio del parlamento alemán Reichstag, la Torre de televisión (Fernsehturm), la Puerta de Brandemburgo (construida más tarde que la de Potsdam) y la East Side Gallery.

Si quiere ir a Berlín, puede comprar los billetes de transporte público en los Centros de información turística de Potsdam. También recomendamos la Berlin WelcomeCard Potsdam Edition, ya que incluye todos los transportes públicos de Berlín y Potsdam, así como muchos descuentos en museos, lugares de interés turístico y excursiones.